lunes, 6 de agosto de 2007

Interoperabilidad Dialógica (ID)

Nuevos escenarios cognitivos y colaboración sin fronteras.

Si el propósito general de las tecnologías de información y comunicación en el ámbito de la protección social, es el de permitir la gestión de los programas y proyectos destinados a corregir determinados problemas sociales derivados de una insuficiente distribución del ingreso, nuestro propósito se orienta además a entregar las herramientas teóricas y prácticas que requieren los actores sociales que conectamos a la plataforma tecnológica, para entender que forman parte de un proceso civilizatorio nuevo, transcendente y complejo, cuyos resultados en gran medida dependen de su propia participación cada vez más consciente, profunda y organizada. Precisamente la esencia de lo que hemos llamado Interoperabilidad Dialógica (ID): la estructura sistémica de un proceso social que conjuga una Plataforma Tecnológica en ambiente Web, con las redes humanas que la utilizan. Conversación y diálogo entre operadores de un tejido comunicacional abierto, cuyos nodos interoperables son el soporte, el resultado y el vehículo de políticas destinadas al servicio de las personas y el crecimiento organizacional y cognitivo de las redes de actores que las generan en retroalimentación constante. Esta dinámica de transmisión de contenidos, sería insuficiente, si no incorporara de manera orgánica, a cada paso de su evolución, los criterios de actualización académica que la globalización permite.

En este sentido, nuestra empresa desarrolla como una de sus funciones específicas una labor de investigación permanente, que basada en principio de la retroalimentación, permite la constante mejora de los procesos cognitivos y metodologías implementadas, de acuerdo a las condiciones del contexto donde se desarrollan. Mediología o estrategia de comunicación, nos caracterizamos por realizar consciente y metódicamente, desde el principio de nuestra colaboración, un proceso de transmisión de los conocimientos activos así desarrollados, hacia las personas que en los distintos niveles participan de los programas que implementan, activando de esta manera la utilización de las tecnologías de información en el propósito declarado del fortalecimiento de la Red de actores, entendida como elemento central de la mejora en las condiciones de la calidad de vida de la gente. Anotemos que ello es coherente con nuestro propósito de remitir al marco teórico de la Triple Hélix para explicar y fundamentar nuestros desarrollos, actualizando el fundamento conceptual de manera adecuada al complejo mundo de la protección social, para contribuir a conducir nuestro trabajo con distintos grupos humanos hacia la Sociedad del Conocimiento, definida como una sociedad centrada en las personas, con claros principios colaborativos, mayor equidad y orientada al desarrollo, dónde el conocimiento tiene además un rol medular.

Recordemos que los criterios centrales de la teoría de la “triple hélix” (o triple hélice), están orientados a la construcción de una interfase activa, a la vez comprensiva, pertinente al contexto, replicable y permanentemente retroalimentada, entre el gobierno la empresa y la academia, es decir, los tres actores institucionales llamados a construir de manera colaborativa e innovadora las condiciones del mundo globalizado en que vivimos. Estos tres elementos de naturaleza diferente, y hasta hace muy poco tradicionalmente autónomos e independientes entre sí, convergen en la sociedad del conocimiento en el desarrollo de instancias teóricas y de metodología prácticas lo suficientemente flexibles como para adaptarse a un mundo en constante cambio y lo suficientemente operativas como para hacer eficiente el funcionamiento de sus estructuras. De tal manera, cuando aplicamos a un programa de protección social en germinal desarrollo, los enfoques teóricos concebidos en foros internacionales del más alto prestigio académico, no sólo reproducimos en la práctica el modelo complejo de la “triple hélice”, sino que actualizando nuestros conocimientos los ponemos simultáneamente al alcance de nuestras contrapartes sociales, contribuyendo de manera sustantiva a mejorar la calidad del análisis, así como permitiendo la transmisión de los principios que le darán sustentabilidad.

Es así que resultará pertinente inscribir en estos comentarios que acompañan el diseño operativo de la Red de Protección Social Juntos de Colombia, la reciente declaración de Kronbreg, resultado de un llamado de la UNESCO, bajo el auspicio de la cual en esa ciudad de Alemania, se reunieron expertos de dieciséis países durante la semana pasada, para analizar y determinar el estado de avance y las proyecciones y características del tránsito social que vivimos, entre la sociedad de la información y la sociedad del conocimiento. En efecto, las conclusiones de este reciente simposio de alto nivel resultan más que apropiadas con los criterios rectores que identifican a Visiion como una Empresa de Conocimiento (ECO), tanto como con las labores explicativas y comprensivas que acompañan el diseño de la segunda fase del programa Juntos y la clara comprensión de los mecanismos a través de los cuales funciona, que nos planteamos como requerimiento adicional desde su inicio.

En efecto, la última semana del mes de junio del 2007, los miembros del grupo de adquisición de conocimientos de la UNESCO, emitieron una declaración en la cual establecen las características radicales de los cambios que sufrirán los próximos años los procesos de adquisición, construcción del conocimiento y transmisión de sus contenidos. Los procesos de construcción del conocimiento, así como aquellos a través de los cuales se harán conocidos, serán cada vez más dependientes de la doble condición de masificación y mayor capacidad de las tecnologías de información y comunicación, quienes de esta manera, se constituyen en un actor clave de los procesos de transformación de las sociedades humanas en los próximos tiempos. La declaración de Kronberg, hace un llamado a los líderes de los sectores públicos y privados para fomentar los cambios organizacionales que permitan a las personas superar las barreras consideradas como tradicionales en los procesos de adquisición y comunicación del conocimiento. Los expertos anticipan que en las décadas a venir la importancia de adquirir conocimientos factuales (referidos al “hacer”) –que ha orientado hasta aquí las dinámicas sociales educativas-, decrecerá en la misma medida que aumentará la necesidad de desarrollar habilidades en las personas para encontrar soluciones innovativas a los problemas siempre renovados que les planteen escenarios sociales de creciente complejidad. Así, encontrar, evaluar, organizar y usar creativamente la información relevante, tanto como la capacidad de aprendizaje constantemente renovada y el desarrollo de capacidades usualmente no reconocidas, como la intuición, se volverán incluso comercialmente importantes.

En la declaración que señalamos, dieciséis expertos internacionales de trece países concluyeron que el proceso de adquisición y transmisión social del conocimiento, entre personas, grupos e instituciones, están enfrentando cambios dramáticos que sólo irán en aumento, fundamentalmente debido al rápido desarrollo de las tecnologías de información y comunicación. Los modelos de adquisición del conocimiento, el rol de los profesores y capacitadores, los marcos institucionales y los métodos que se utilizan, verán producirse cambios radicales, que realzarán el papel de la creatividad y la innovación, instalando a los procesos abiertos y colaborativos en el eje insustituible de lo necesario.

Es altamente significativo señalar que junto al rol fundamental que juegan en este proceso los desarrollos de las TICs, se plantea que los procesos de toma de decisión y comunicación del conocimiento, así como las instituciones involucradas, habrán de concentrarse mucho más en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales que hasta ahora, de conocerse (como mecanismos intuitivos), se han dejado de lado. Los expertos anticipan que así como los educandos jugarán un rol crecientemente preponderante en el nuevo proceso de construcción del saber, que cada vez más incorporará ámbitos de creación y de diseminación de contenidos, los educadores actuarán cada vez más y en consecuencia como gestores y facilitadores de los procesos de un aprendizaje, cuyo conocimiento se genera en conjunto y de manera colaborativa. Subrayan los expertos que las condiciones de este nuevo contexto harán necesaria la decidida participación de todos incluyendo el sector privado, la academia y las comunidades de usuarios, en el desarrollo de políticas y estrategias de implementación a largo plazo. En este escenario prospectivo, el papel de asociaciones colaborativas, multisectoriales y multidisciplinarias de nuevo cuño, serán las llamadas a proveer soluciones humanamente sustentables en las aplicaciones de TICs, que permitirán los saltos cognitivos a los que finalmente remiten los nuevos escenarios de creación de conocimiento y su transmisión.

En los últimos diez años hemos visto un dramático aumento de la dependencia local de los procesos de desarrollo global, y por ende de las dificultades que plantea la habilidad para producir de manera eficiente la diseminación y uso de la información y el conocimiento. La hoy paradojal -pero histórica- falta de acceso generalizado al conocimiento disponible, ha acentuado crecientemente la marginalización y la deprivación económicas, y cualquier esfuerzo tendiente a mejorar las condiciones de vida de los grupos humanos debe contemplar las herramientas y metodologías necesarias para colaborar en el sentido de otorgar al conocimiento, un rol crecientemente decisivo en los procesos de desarrollo económico. El conocimiento es cada vez más, una condición esencial para tomar decisiones apropiadas a propósito de las opciones que presenta la vida, a personas e instituciones y por lo tanto, lo es también la necesidad de aumentar continuamente la cantidad y calidad de los mecanismos sociales de comunicación y transmisión de contenidos que permiten articular las nuevas tecnologías. El correcto desarrollo de la Interoperabilidad Dialógica (ID), concebida por Visiión, además de permitir la gestión integral de los programas de política pública, convierte los procesos implícitos de adquisición del conocimiento, en una nueva forma cognitiva de relacionar a los seres humanos entre sí.