jueves, 19 de abril de 2007

re-vc-on: 1.

Reconstrucción inmaterial.
Un momento es necesariamente una detención en el tiempo y su -al menos desde Einstein-, inseparable compañero gemelar: el espacio. Remitiendo desde el inicio a principios fundadores, ese será el doble escenario de estas líneas -circulares-, la ontología del asunto (la naturaleza del tema que abordamos), y las formas que asume su desarrollo. El inicio de algo que viene desde mucho antes, pero que sin embargo, ahora empieza. Una paradoja en negación, no deja de ser una paradoja, ni la exclusión de la teoría implica la desaparición del significado. Adquiere la consciencia de lo que pensamos y no podemos decir, el peso suspendido sobre nuestras cabezas de un nuevo movimiento. Y ya se verá que aunque resulte un lugar -casi- común citar a Einstein en un artículo fundador y sin que ello sea garantía de la coherencia que adquiera, ni ésta de la comprensión que logre, también se justifica citar a Freud -como lo hemos hecho-, que al menos en cuanto homenaje, no será vano recordar que a su nombre se asocia nuestra conciencia y que los cambios que prefiguramos al desenmascarar, más que a sistemas, es a humanos que remiten.

Esta mediodía, después de trabajar en la mañana con Alberto en descifrar las condiciones de una aplicación para el Ministerio de Educación y en la cual llenaba de gráficos explicativos, la búsqueda de mecanismos para vencer la anomia de la gente en los desarrollos de una herramienta participativa (un foro), fuimos a jugar al fútbol con unos amigos. En el camarín, después del partido, comentó uno de nuestros compañers a cargo del área informática en otro ministerio, de lo absurdo que resulta el enfoque únicamente ingenieril en una estrategia dirigida a las personas, por cuanto la codificación de un estado, necesariamente resultará una simplificación funcional de una realidad más rica. Exactamente de lo que hablábamos en la mañana. Esa coincidencia no hizo sino reafirmar lo que sabemos por la experiencia y luego intuimos en sus caracteres generales: las dinámicas sociales revisten ciertas características de inasibilidad que se resisten a la codificación fija, más allá de usos excesivamente utilitarios, como normativos y propagandísticos.

Por cierto, la reproducción digital de las condiciones mismas de la vida, no debilita en lo más mínimo la importancia de esta reflexión, por cuanto ello se logra en el laboratorio, de la misma manera que la construcción de un software: nadie duda que funciona o que existe. El punto que consideramos remite más allá: que ocurre con un diseño que responde a los requerimientos lógicos de su construcción, cuando se articula con los elementos de una realidad que no responde a la misma dinámica. En estricto rigor, el mismo problema que se plantea desde Wiener, el fundador de la cybernética contemporánea y que más que abocarse a resolver, la gran mayoría de las arquitecturas, simplemente obvian, contentándose con la presentación final del diseño para el cual fueron concebidas y tratando de incorporar la retrolimentación en puntos fijos precisos, lo menos posible, generalmente bajo la forma de una "capacitación" final y nunca como condición de su existencia. De hecho, podríamos decir que aunque la cybernética tiene desde su concepción a la retroalimentación como uno de sus componentes centrales, y a que en lo que concierne la relación entre elementos fijos y las máquinas, sus desarrollos han sido enormes, su objetivación en el campo de las estrategias de política pública nunca ha dejado de ser problemática y que epistemológicamente, ha suplido sus deficiencias causales con el apoyo -impensado, necesario, histórico-, de la propaganda y la estadística en tanto criterio indiscutible de verdad en una época como la presente.

Las aproximaciones mayores de los sitemas resultan así, hasta ahora las de depósitos fijos de data, interpretada para señalar tendencias, que de acuerdo a cronogramas funcionalmente determinados, serán actualizados cada cierto tiempo, para generar nuevos análisis, que confirmarán en su misión de comunicación, las instancias cerradas de una visión tautológica determinada por los intereses que la generaron. Aunque este sea un tema que -como se vé-, está presente en todos los ámbitos en que pudiéramos concebir la relación entre humano y máquina (y cada vez son menos aquellos en los cuales esta relación no exista), en el campo concreto de trabajo que esta problemática cobra cuerpo, el nuestro, dónde se hace síntesis la triple dinámica de nuestra investigación, el oficio y la ética, el de la Protección Social, este tema se nos presenta como una necesidad ineludible.

De allí que no sea finalmente extraño, que nuestro objetivo central, apunte al mismo tiempo a establecer las condiciones formales de una práctica y los contenidos teóricos que la explican. En este contexto, podemos asimismo señalar que sus alcances podrían remitir a la hipótesis que postula el insensible, pero acelerado y brutal paso societal entre la inteligencia y el espíritu. En efecto, si a la sociedad informacional corresponde un desarrollo de organizaciones inteligentes, la sociedad del conocimiento, requiere del desarrollo de ciertas facultades -como la intuición-, que históricamente se han asociado a aquello que en espera de una definición más actual, llamamos el espíritu. Y ya se ve: nuestra propuesta es "visionaria"...

Gestión del conocimiento y cambio organizacional.

No sera vano recordar que el objetivo, media y funciones del sujeto considerado, la caracterizan como una organización que se desarrolla en el ámbito de la Gestión del Conocimiento. Esto significa en lo inmediato, que sus tareas son más complejas, pero también que sus probabilidades de crecimiento y desarrollo, son también mayores. Por otra parte, el proceso de sistematización de información en torno a los temas de habilitación digital y cooperación internacional, en que nos ha correspondido colaborar, demuestran, tanto por los componentes teóricos como metodológicos puestos en vigor, que de manera más o menos explícita y consciente, sus desafíos corresponden a los que en este ámbito del trabajo se están planteando a nivel global y como punto de inflexión del desarrollo organizacional, cuando la Gestión del Conocimiento, se dirige a las personas, quienes por constituir el universo de la organización, deben estar involucradas.
En primer lugar, digamos que por muy exitosa que una estrategia de gestión del conocimiento haya sido hasta un punto determinado, ella no lo seguirá siendo, si no incorpora en el corazón de su quehacer la misma noción de “cambio” que promueve. Esto es, que la estrategia debe estar en permanente revisión y reformulación, esta es la esencia de su caracterización, la del período en que se inserta y también la condición de su éxito. Como empresa tenemos una larga experiencia y hemos obtenido resultados notables, lo hemps dicho y trabajamos en hacerlo consciente. Sin embargo una de las características del cambio que vivimos, es que este debe ser realizado por nosotros mismos. Hay una historia que se relata sobre Mahatma Gandhi, que da buena cuenta de ello. Una señora con su niño pequeño, se acerca a Gandhi y le pide: "Mahatma, por favor haga que mi niño deje de comer tanta azúcar". "Como no, responde éste, vuelva con el niño en tres días". Pasado ese tiempo, vuelve la señora con el niño. El Mahatma mira al niño y le dice: "niño, deja de comer tanta azúcar". La señora sorprendida, pregunta: "...y si eso era todo ¿por qué no se lo dijo hace tres días?". A lo que el sabio le responde: "¡Ah..., porque entonces yo aún comía azúcar!".

En efecto, nos encontramos enfrentados a un modo completamente nuevo de vivir lo cuotidiano y cuando ello ocurre, como nos lo recuerda con acierto F. Jameson, es frecuente que se tomen indicios aleatorios de lo que está ocurriendo, en lugar de abordar su forma plena, aún ausente (El giro cultural, p.129). En este sentido, cabe destacar que la situación de generación de un sistema internacional de ofertas y demandas -que es uno de los componentes mas importantes de la etapa que se enfrenta-, permitiría avanzar sobre la formulación de una operativa específica de consultoría que hasta aquí se había dado de manera explícita como producto.
He aquí pues una primera conclusión: el cambio organizacional requiere que nosotros mismos nos transformemos, o mejor dicho -ya que nos transformaremos de todas maneras-, que vayamos ampliando la conciencia que tenemos de ello. En este sentido aparecen dos dimensiones a cumplir: la voluntad política, es decir la clara "dirección" (liderazgo) y el compromiso a implementar los requerimientos que para ese fin se determinen y vayan surgiendo en el proceso. En efecto, nada sería mas contraproducente que contar con una receta ya estructurada de pasos sucesivos que rigidizaran el proceso y lo ajustaran a lo conocido, limitando de esa manera a la vez sus evoluciones y la retroalimentación con sus posibles campos de frontera.
En segundo lugar, el desafío se plantea como el propio al desarrollo de una estrategia de gestión por competencias. Asumiendo los principios en esa área ya establecidos, debiéramos avanzar en una definición comprensiva de perfiles y tareas posibles, que permitiera potenciar las riquezas y saberes ya presentes en la organización y proyectar con solidez su labor de imbricación operativa de distintos niveles (de comprensiòn y funciones) ya compleja y que sin duda seguirá haciéndose mas extensa y difícil, requiriendo nuevos y permanentes procesos de reformulación y aprendizaje continuo. Por otra parte, las características de organización "doméstica" (o de pequeña escala) del caso considerado, así como la relación particular de proximidad de este consultor en la descripción de las tareas hacen difícil plantear por el momento mas que señales iniciales para considerar desarrollos posibles en ese sentido. Mencionemos como recordatorio e introducción eventual, que la literatura acerca de la Gestión Organizacional, rescata una periodización de momentos por los cuales ha atravesado esta práctica en los últimos años.

En efecto, hay distintos movimientos de competencias en torno a la Sociedad de la Información, y ellos tienen un creciente reflejo en las iniciativas de formación continua: desarrollar en los individuos los rasgos competenciales exigidos por su trabajo actual y futuro. Estos son los modelos de gestión por competencias, alineados con la idea del aprendizaje permanente, que cada vez deben prestar más atención a las condiciones que permiten la emergencia y ejercicio del pensamiento crítico, es decir, al autoconocimiento, la intuición, las fortalezas personales, y la empatía. Un primer desarrollo basado en las condiciones informáticas, es decir a la rigidización programática de los procesos, se vino a sustituir (en rigor a yuxtaponer, por cuanto en muchos de sus aspectos esos distintos momentos coexisten), en los primeros años de los 90, por la idea de la gestión del conocimiento, concebida como el conjunto de procesos que permitirían superar las prestaciones de los entonces vigentes sistemas de gestión de la información. Los informes ofrecidos por los ordenadores no siempre permitían acertar con las decisiones, y se concluyó que, más allá de gestionar la información, había que hacer una idónea gestión del conocimiento que además -incorporando la noción de retroalimentación en boga desde la perpectiva sistémica-, no se consideraba como una cuestión estática y definida desde el inicio, sino que se iba generando.
Resumiendo, digamos que la sociedad industrial, desarrolló la facultad del conocimiento crítico (y esto tanto para quienes se situaran en uno u otro de sus polos de clase), fuere que se quería desarrollar el sistema o que se buscara su superación. Con la era de la información, se instituyó el modelo "ingenieril" de competencias. En la Sociedad del conocimento, marcada por la dimensión de significación y análisis, a la perspectiva tecnocientífica, de destreza informacional, se vino a agregar la gestión de la información y el sentido de "beneficio colectivo", marca la dimensión de significación.
Es así que aunque nos encontramos con procesos de "capacitación", ampliamente vinculados con los procesos de implantación de las nuevas tecnologías, ellos no han producido los resultados esperados. Más adelante volveremos sobre este punto. Por el momento, digamos que las condiciones de impacto de las nuevas tecnologías en Chile como en el extranjero, han redefinido el espacio de la capacitación durante el período que consideramos, en sus bases conceptuales aún dependiente de la noción de "comunicación" tradicional, es decir de un polo emisor hacia un polo receptor. Así, vemos que entre las fortalezas y habilidades (tanto intrapersonales como funcionales u operativas) de una persona informacionalmente diestro, se consideran ahora una serie de habilidades y conocimientos que no sabrían resultar de un proceso tan mecánico, siendo el desarrollo concreto de habilidades específicas, al cabo, lo menos importante. Sin pretender exhaustividad, se han destacado las siguientes: Afán de aprender. Tenacidad. Intuición. Perspicacia. Serendipidad (capacidad de reconocer los efectos imprevistos). Integridad. Pensamiento crítico. Estrategia de búsqueda. Manejo de herramientas. Lectura selectiva. Evaluación de la información. Comprensión y síntesis. Conexiones y abstracciones. Aplicación sinérgica y sistémica.

nota 1

Mas que de alguna manera, ciertamente, estos textos corresponden a una investigación que se está haciendo. Porque la experiencia que se tiene como empresa, la riqueza de sus logros y el reconocimiento de lo hecho, ha sido tan veloz y cualitativo, que recién empezamos a detenernos para hacer la historia sobre la que se apoya el futuro. El nicho objetivo de nuestros conocimintos adquiridos, es por otra parte demasiado especial como para que pudiéramos compararnos con otros. Visiion, ha inaugurado una nueva forma de hacer las cosas y aunque estamos en el mismo mundo que todos, también estamos ya en otro mundo. Esa es nuestra riqueza y el asunto sobre el cual tenemos que reflexionar. Como la dinámica de trabajo que se ha desarrollado, nos ha puesto en una dimensión de frontera, la investigación, que en otras empresas similares podría ser un tema de interés, para nosotros ha surgido como una necesidad imprescindible, inseparable de nuestra tarea.
El reposicionamiento de una empresa, en la perspectiva del cambio, es Branding. Una nueva etapa de las actividades, marcada por el crecimiento, requiere de una revisión de lo que hemos hecho, del como lo hacemos, de los resultados que queremos lograr y de nueva definición de horizontes. Esto es un cambio radical y por cierto, dadas las circunstancias que nos definen, apunta a las personas. Organización de personas, que trabajan con personas, por las personas... ¿que piensan las personas? Esto es: una línea de trabajo que recoge información de lo que piensan quienes trabajan acerca de un montón de temas... que ellos mismos deben definir. La participación, es el único camino para la transformación. Al menos, para la que queremos, que signifique crecimiento, pero en todos los niveles y para todos los involucrados.
De la página: Hacer más amigable, está demasiado "informática", que es lo que ya queremos cambiar. Esto requiere de una investigación particular de diseño, pero de todas maneras, debe hacerse. Así, un tema central y que trasciende el diseño referido de la página, es el logo corporativo. Hay que hacer un logo. Luego, "Quienes somos", tiene que tener fotos, CV y-webs o al menos "pagina de interés, links, correos, etc. de los miembros. Hay que ver "personas" detrás de la máscara, o dentro de la institución. Luego, hay que incorporar los clientes que se han tenido. Y los trabajos que se han hecho. Pienso en el COR Tarapacá como una "categoría" especial: asi como hay Información territorial, y sistemas de riego, tiene que haber uno de "manejo estratégico de situaciones imprevistas": sección desastres... Abrir una sección de Links de sitios de interés y poner más artículos que los que hay. De hecho, algunos deben ser revisados (como el de Alberto, dónde habla de la incorporación de Emilio Robles, que no tiene nada que ver, porque es puntual). Así, un equipo central y luego consultores asociados que participan en distintos proyectos.
Tenemos que abrir una línea de investigacion, que esa está por el momento en mis manos... vc-on...

re-vc-on: 2

Seguimos centrando con estas líneas la dimensión del cambio. Un poco a tientas, porque tratamos de involucrar a las personas como condición esencial del cambio y las personas no solo no se dan necesariamente cuenta, sino que dentro de ese mismo proceso, generan inconscientemente una resistencia a la transformación que -por otra parte-, saben necesitar. Esta organización particular que es visiion, se encuentra al mismo tiempo en el centro de transformaciones notables y a la cabeza de sus desarrollos. Darse cuenta de ello no es fácil. Como nadadores en una carrera, no vemos con claridad como vamos con respecto a los demás. Para ello tenemos que mirar desde fuera. Esto es lo que aporto: una mirada alejada, que permita incidir sobre el territorio de los actores, para que puedan tomar decisiones apropiadas a lo que ellos mismos quieren. Por cierto, esta es la dificultad epistemológica que me coresponde resolver (y que señalo porque la clave del éxito es la "pureza"...) mi mirada tiene que ser "alejada", incorporando elementos de contexto que responden al análisis de tenddencias, pero al mismo tiempo "próxima": los actores deben verse reflejados en ese espejo grande que les propongo para que entiendan sus comportamientos. Es cierto que la etnometodología es una fuente de nuestas reflexiones, pero no la única. Ya habrá ocasión de desarrollar una bibliografía y destacar tendencias de investigación.

Como ya hemos dicho que en nuestra concepción, de las organizaciones inteligentes, concebidas (por y para)la sociedad de la información, se ha de pasar a las organizaciones "espirituales" de la sociedad del conocimiento. Hasta que no logremos acuñar un término apropiado, nunca insistiremos lo suficiente, en que la utilización del término "espiritual" solo tiene por objeto subrayar ciertas características de lo que tradicionalmente se ha vinculado con el, tales como totalidad, entrega, generosidad, etc., así como señalar una fase más "etérea", completa e inasible, más aérea e indeterminable que la "inteligencia" en las sociedades y las personas. La voluntad -ya lo señala e constructivismo-, está a la base de una comprensión que modifique la realidad. El compromiso es el primer paso.

No se me escapa que esa definición conceptual, trata también de dar cuenta del componente "mágico" que implica la transformación cualitativa, es decir, del cambio de un estado a otro. Y ese es precisamente el punto. Si no hubiera historia en apoyo y coincidencias que permitieran entender sus condiciones, no sabríamos estarlo considerando. Karl Gustav Jung, acuñó el concepto de sincronía para abordar ese espacio intermedio entre causalidad y aleas que nos convoca como una señal. En nuestro saber, solo la Resonancia Morfogénica de Rupert Sheldrake, ha venido a aportar un desarrollo más reciente con aportes significativos y vale en cuanto a ventanas de referencia científica. Y nuestra intención es la de encontrar significados transmisibles, es decir, que sean intuitivamente percibidos y racionalmente incorporados. Aunque baste aquí, la lógica implícita en la sintáxis.

Y se entenderá de que hablo: me encontraba con nuestros amigos de visiion, el día 1 de Mayo, a la 1 de la tarde, cuando los cómputos de la Ficha de Protección Social, indicaron que se había cumplido con 1 millón de entradas comprometidas. A priori, razón ni previsión ninguna habrían podido establecer una coincidencia como esta. Mas bien que siguiendo la tendencia que marcan los desarrollos tecnológicos y el nivel de cumplimiento de los compromisos en el ámbito institucional público, así como los niveles de incredulidad con que -a causa de ello-, se enfrentan, extraño resultaba ya que el plazo se cumpliera... ¿que decir de la triple presencia del uno?. Podría haber sido cualquier relación numérica y a nadie le hubiera parecido nada. Tampoco a mí, que llevo este particular recuento de las letras, pero ocurrió y ello es muy raro. Y en nuestra opinión es en hechos como este, en la coincidencia inesperada de hechos de diverso orden que por ello adquieren significación, que se construye esa dimensión que llamamos "espiritual" y que hasta aquí en general consideramos como fuera del ámbito de nuestras preocupaciones "materiales".