Cuenta el célebre investigador colombiano Gerardo Reichel-Dolmatoff, en uno de sus libros, que un sabio Kogi, de Santa Marta, Colombia, precedido por su fama de sanador, llega a un pueblo en el que pronto se precipitan los enfermos a pedirle cura. Se acerca uno y le pide que lo cure de sus males al estómago. El sabio le dice que no sabe curar males del estómago. Otro le pide mejorarlo de sus males a los huesos y el sabio le dice no saber de los males de huesos. Un tercero se acerca para que alivie sus dolores de cabeza y la replica del sabio es que no sabe de males de cabeza. Entonces, si no sabe de estómago, de huesos, ni de la cabeza "¿que sabe usted curar?" se le pregunta. El sabio habría dicho: "yo no sé curar males de estómago, no sé de los huesos, ni de la cabeza, yo sé curar el alma".
Esta referencia a la sabiduría tradicional, nos sirve bien para varios propósitos, que no viene al caso detallar, pero fundamentalmente, para decir que como empresa nacida en el campo de aplicación informático y precisamente por el éxito que hemos tenido en las prácticas de desarrollo que con ese campo se identifican, visiión ha experimentado una transformación cualitativa que la hacen tener un enfoque mucho mas holistico o global, en el que la informática deja de ser el fin último de los procesos, para convertirse en uno de ellos. Este conocimiento, que en el dominio de la Protección Social, adquiere importancia central, por cuanto aquí -con mayor urgencia y necesidad que en otros lugares-, se trata de construir redes sociales que interactúen efectivamente para mejorar las condiciones de vida de las personas y los grupos, aunque producido de manera autónoma, es coincidente con el que se ha producido simultáneamente en los organismos internacionales y que se traduce en el proceso de tránsito de la sociedad de la información hacia la sociedad del conocimiento.