Nota Bene: Internet lleva en la misma mano los dos dados de su jugada: el control y la participación. No hay día en que no se constate: se vulneran espacios que creíamos privados, pero que nosotros mismos hicimos públicos, porque las tecnologías de que disponemos nos obligan y nos permiten. Y si acá estamos en el ámbito de las comunicaciones, la ingeniería genética y la geoingeniería, hacen parecer inocentes nuestras constataciones acerca del retardo de cuerpos legales que pudieran proteger lo que creíamos privado y nos dimos cuenta cuando lo hicimos público. La vida privada, en éste texto, publicada en las redes sociales y de allí mismo extraída hacia bases de datos personales que retroalimentan los sistemas de compra y control, parece referir al momento en que se liberaba la sexualidad. Al cabo, sistemas de economía pulsional... El índice temático, se ve interesante... Ojalá lo sea el contenido, que el título más bien niega en su banalidad generacional. (Como es de una editora, el formato está protegido: viene tal cual...) Not bad.