Un “diagrama de Venn”, mediante el cual explicamos el modelo de análisis dinámico que genera nuestra Empresa de Conocimiento (ECO) Visiion, es un buen punto de partida, aunque por cierto, sea en verdad un punto de llegada. La imágen en movimiento, sustituye ya al icono inmóvil, dando un nuevo giro de avance al espiral de los media y su transmisión. Así como -podríamos decir-, el máximo desarrollo del cerebro en los homínidos se debe a la mayor complejidad de su sitema visual (que ocupa hasta el 70% de sus redes neuronales), la mediología constata que al pasar del "libro" a la "imágen", la humanidad cierra en el movimiento y la velocidad que caracterizan la época, un círculo que abrió hace mucho tiempo.
Definimos cada situación en que nos encontramos como “media situacional”. A partir de allí comienza el análisis. Es un contexto humano, social e institucional determinado, que corresponde a una relación programática específica y que está –ya históricamente- inmerso en “media”, transversalmente impactado por sus distintas manifestaciones de transmisión. En rigor, es un sistema. Allí se produce la interacción de tres áreas que generan interfases y retroalimentación: Las TIC´s, las ciencias sociales y lo humano/cognitivo. La introducción de las TIC´s modifica las condiciones del grupo social, las ciencias sociales, proveen del enfoque multidisciplinario que permite explicar el medio organizacional (sociología, antropología, psicología, ciencia política), pero el “significado”, en sí, es precisamente la condición de transformación humana que resulta en una nueva condición.
El momento presente, es una situación de expansión paradojal, que dadas las circunstancias históricas, no puede prescindir de una reflexión de carácter epistemológico. En otras palabras: junto a los distintos "desarrollos", debe convocarse al significado. Esta es la esencia del paso de la Sociedad de la Información a la Sociedad del Conocimiento. Ya no basta con que nuestros productos "funcionen", ellos deben además poseer contenido. Y ésto es un proceso de colaboración, de construcción en común, dde concepción de colectivos. Es justamente a este nuevo proceso que remite el enfoque de la la Triple Hélice, que señalamos en el centro del movimiento: la confluencia inédita de gobierno, empresa y academia. Sin embargo, esto ocurre cuando la epistemología, queda como un resabio arcaico, frente a la eventual fusión contemporánea de ontología y metodología ("el media es el mensaje" de Mc Luhan). Es decir, cuando a causa del impacto cybernético de las TIC´s, desaparece la teoría frente al simulacro que lo objetiva. No obstante, el periodo es de transición (lo que fue, aún no ha desaparecido y lo que será no está claramente presente...) y por revolucionario que fuere el cambio que se perfila -o precisamente por ello-, la resistencia que enfrenta en los individuos y las instituciones, es notable. Más cuanto que el pasado aparece como referente de certeza, mientras que el futuro se llena de incertidumbre.
También nosotros -como empresa Visión en este sitio y en entradas anteriores-, habíamos destacado que la “organización inteligente” (de la sociedad de la información, que a su vez sucedía a la "organización eficiente" de la sociedad industrial), había de transformarse en “organización espiritual”. Por otra parte, estos estudios vienen a confirmar lo que había estatuido la teoría de la “motivación humana”, en el sentido que se debe tener una motivación fundamental para poder superar los problemas y que aquellos que caen en la desesperanza… construyen entornos desesperanzados. Misma posición desde la teoría constructivista, al enseñarnos que uno "construye" el mundo en que se mueve, para bien o para mal... Lo cierto es que frente a los datos que nos entrega la sociedad de la información, el “positivismo crítico” que instala la creencia en el posible impacto benéfico de las TIC´s y de la sociedad cibernética, se aplica perfectamente al ámbito de política pública y “abolición” de la pobreza (como postula Jeffrey Sachs) en que trabajamos. Muy probablemente, la Sociedad del Conocimiento, consista precisamente en permitir la emergencia de un “ambiente espiritual” que suceda a la “racionalidad científica” que ha marcado el desarrollo de la sociedad capitalista industrial, siguiendo los criterios cartesianos de dividir y fragmentar los conocimientos, para finalmente (y es otra paradoja) a través del propio desarrollo de la tecnociencia (ver: teoría de sistemas, concepción de redes, Internet...), desembocar en "totalidades", que solo podrían ser percibidas -y comprendidas- desde las categorías cognitivas que contempla el sentido profundo de lo espiritual.
El modelo de interoperabilidad dialógica (ID) que propone nuestra metodología de síntesis (MS) es holístico y se aproxima así a la espiritualidad que sustenta y generan sus realizaciones de Red de Retroalimentación Cognitiva (RRC).