Comentarios explicativos al diseño del modelo operativo de Juntos 2a Fase (J2F).
El esquema de gestión, monitoreo y seguimiento de Políticas Públicas concebido y diseñado por nuestra empresa Visiión para cumplir con los requerimientos de operatividad, pertinencia, transparencia y eficacia, necesarias a la implementación de los modernos programas de protección social que desarrolla la Red de Protección Social Juntos en la actualidad, requiere ser explicada de manera especial. La particular convergencia de herramientas tecnológicas de última generación, junto a la concepción de permanente retroalimentación sistémica que sustenta nuestros innovativos desarrollos en la materia, requiere de la constante diseminación de nuestros conocimientos y propuestas entre usuarios y beneficiarios, quienes gracias a ello, dejan de ser “consumidores pasivos” de los programas y la tecnología, para asumir crecientemente un rol de actores sociales plenamente empoderados, en la compleja interfase social de tecnologías y fortalecimiento de redes que juntos por la gente, gobierno y empresa llevamos exitosamente a cabo.
1. De esta manera podríamos decir que mas que dos ejes centrales alrededor de los cuales se estructura el diseño de la 2ª Fase, este consiste en un conjunto de componentes que se ubican al interior del campo magnético que generan los dos “polos / fuerza” de interoperabilidad y control social, quienes otorgan dirección y cohesión a las redes de actores que articulan el presente diseño de nuestra propuesta de implementación. En efecto, a la “interoperabilidad” concebida tradicionalmente como intercambio pertinente de información entre las instituciones involucradas en los procesos cual nodos significantes de una red, agregamos el sentido innovador (producto de la experiencia) de ser -a la vez- resultado inicial y final de un diálogo reflexivo y conversación permanente entre actores. Ello permite naturalmente al otro polo del “control social”, que los beneficiarios ejerzan democráticamente las prerrogativas de seguimiento y control actualizado de todos los procesos que al interior de esta red de significantes puedan producirse. De manera gráfica, podemos decir que al interior del “universo de políticas públicas” que de acuerdo a las líneas de fuerza que entre estos dos polos virtuales de interoperabilidad y control social, interactuen de manera dinámica al menos siete componentes modulares, que representan de manera práctica en el plano nacional, las distintas manifestaciones institucionales de las políticas gubernamentales en el tiempo y que constituyen el campo de expresión histórica y social que la Interoperabilidad y el Control Social permiten resignificar.
2. Sin duda, siendo la realidad de las personas en el territorio, el constituyente esencial de nuestros objetivos, es conveniente identificar en primer lugar la importancia de los Planes Familiares, quienes se constituirán en el núcleo activo que permitirá el desarrollo y evolución del programa, así como la esencia de las relaciones que habrán de establecer los demás componentes de la red. Por otra parte, la constitución de los Planes Familiares permitirá la cuantificación necesaria a las previsiones conducentes al monitoreo y seguimiento de los programas. Los planes familiares se establecerán de acuerdo a un eficiente e innovador modelo participativo trifásico concebido, que contempla: a) línea base familiar, b) línea base territorial, y c) oferta programática. La información requerida para constituir estos tres elementos de los cuales se componen los planes familiares, se obtiene a partir de la labor de captura precisa de data que permiten las fichas de terrenos, labor realizada en terreno por los co-gestores.
3. A partir de esta base “centrada” en las dinámicas sociales de las familias en sus contextos territoriales -que constituye como hemos dicho el origen y el fin de nuestros desarrollos-, se constituirá un segundo nivel operativo que con propiedad llamamos “demanda”. Sin embargo la utilización aquí de este concepto requiere una precisión, por cuanto no nos remite a la simple concepción tradicional que la establece como “expresión y conciencia de necesidades”, sino como resultado concreto de la experiencia en un nuevo desarrollo conceptual, que incorpora la oferta y la gobernabilidad. La adecuada comprensión de este segundo nivel, tanto por sus alcances teóricos como político-operativos, resulta de la máxima importancia por cuanto recoge precisamente, elementos sustantivos identificables de nuestra experiencia en anteriores modelos similares de protección social, particularmente en el caso de Chile. En efecto, generalmente, la demanda se concibe como un elemento basal estático separado -y podríamos decir autónomo-, de la interrelación dinámica y en permanente cambio que implica su articulación con la oferta disponible, así como con los mecanismos institucionales que la llevan a cabo. Nuestra propuesta por el contrario, permite concebir la demanda como la acción momentánea y funcionalmente detenida en el tiempo, de un proceso dinámico que ya ha sido modificado por anteriores intervenciones de los entes estatales y las formas y mecanismos a través de los cuales se expresan las formas concretas en que se ha logrado beneficiar a la población objetivo (oferta) y de la cual obtenemos ahora el estado actualizado de sus necesidades, expresadas a través de los canales adecuados dispuestos para ello (gobernabilidad).
4. Por otra parte, lo central de las actividades de monitoreo y seguimiento, (concebido como otro nodo de esta red de componentes que describimos) se produce en las dos interfaces generadas antes y después de la plena constitución de la demanda, de acuerdo a los criterios con que la hemos descrito: cuando la operación de la plataforma permite establecer en cada caso el estado de avance de los logros básicos y planes familiares para articularse consistentemente en una demanda, y cuando el procesamiento de la síntesis de oferta y gobernabilidad se desplaza hacía el siguiente nodo, permitiendo el sentimiento de los logros básicos a través de la interoperabilidad. Señalemos que en este punto, la interoperabilidad implica la utilización de la data contenida en el RUAF como base, aunque sobre éste volvamos más adelante.
5. La migración de los datos de la demanda, permite la articulación coordinada, orgánica interoperable y central de las trece instituciones que el gobierno ha dispuesto convocar para constituir la red institucional del Sistema de Protección Social Juntos. Este núcleo central articulador de las tareas de cohesión social, y gobernanza democrática, que podríamos llamar el corazón y la cabeza de la red de protección social, es el nodo que identificamos como aquel de Gestión de la Red. Aún cuando la representación gráfica, por sus condiciones inherentes, no sea estrictamente apropiada para dar cuenta del flujo constante y en todas direcciones, que permite el intercambio de información entre los nodos componentes de la red[1], señalemos que al situarlo como centro neurálgico de éste proceso complejo, que conjuga las condiciones particulares de una demanda caracterizada territorialmente, con las condiciones de centralidad que requiere la adecuada toma de decisiones en un sistema jerárquico como el gobierno, en el desarrollo explicativo que hemos hecho hasta aquí, es evidente que falta el componente financiero o presupuestario, que en todos los casos, de acuerdo a las disponibilidades, permitirá la adecuada respuesta a las demandas, a través de la constitución de una oferta que, como hemos dicho, incorpore en si misma las condiciones de la gobernabilidad.
6. Para ello, la información proveniente de dos nuevos nódulos superpuestos y de flujo unidireccional, serán en síntesis recogidos, procesados y distribuidos por el conjunto de procesos de interoperabilidad institucional que constituye la Gestión de la Red. En primer lugar el presupuesto anual de la nación (básica y operacionalmente constituido por el sistema SPI y por “otros”) y en segundo lugar, el presupuesto a la vez autónomo y parte constitucional del anterior, que constituye el presupuesto de la Red de Protección Social Juntos, cuyo procesamiento analítico deriva directamente como insumo decisional fundamental en el nodo de gestión de la red.
7. Esta síntesis explicativa del proceso dinámico de la segunda fase de la Red de Protección Social Juntos (J2f) que hemos concebido para complementar la comprensión de los gráficos operacionales que la constituye, sería por cierto incompleta, si no consideraremos mencionar en ella, la importante participación que jugarán en su desarrollo operacional, los componentes de los programas sociales y de otras fuentes vinculadas a la Red Juntos que ya se han incorporado y se irán incorporando más adelante al Registro Único de Asistencia Familiar (RUAF), para permitir el seguimiento administrativo de los logros básicos familiares. Esta breve mención, cumple con el propósito de recordar la importancia de ésta iniciativa dentro del diseño que presentamos, aún cuando tanto por su naturaleza como por el tratamiento específico que su desarrollo institucional requiere, este componente tendrá características específicas que lo diferencian del resto de los nodos relacionales considerados y que requiere, en consecuencia, de un tratamiento particular adecuado a los importantes objetivos con que su diseño fue inscrito en la historia reciente del proceso de modernización del estado colombiano.
[1] De acuerdo a los principios de Interoperabilidad Dialógica (ID), que constituyen la esencia de las características innovadoras del modelo Plataforma Tecnológica y Fortalecimiento de Redes que proponemos.
El esquema de gestión, monitoreo y seguimiento de Políticas Públicas concebido y diseñado por nuestra empresa Visiión para cumplir con los requerimientos de operatividad, pertinencia, transparencia y eficacia, necesarias a la implementación de los modernos programas de protección social que desarrolla la Red de Protección Social Juntos en la actualidad, requiere ser explicada de manera especial. La particular convergencia de herramientas tecnológicas de última generación, junto a la concepción de permanente retroalimentación sistémica que sustenta nuestros innovativos desarrollos en la materia, requiere de la constante diseminación de nuestros conocimientos y propuestas entre usuarios y beneficiarios, quienes gracias a ello, dejan de ser “consumidores pasivos” de los programas y la tecnología, para asumir crecientemente un rol de actores sociales plenamente empoderados, en la compleja interfase social de tecnologías y fortalecimiento de redes que juntos por la gente, gobierno y empresa llevamos exitosamente a cabo.
1. De esta manera podríamos decir que mas que dos ejes centrales alrededor de los cuales se estructura el diseño de la 2ª Fase, este consiste en un conjunto de componentes que se ubican al interior del campo magnético que generan los dos “polos / fuerza” de interoperabilidad y control social, quienes otorgan dirección y cohesión a las redes de actores que articulan el presente diseño de nuestra propuesta de implementación. En efecto, a la “interoperabilidad” concebida tradicionalmente como intercambio pertinente de información entre las instituciones involucradas en los procesos cual nodos significantes de una red, agregamos el sentido innovador (producto de la experiencia) de ser -a la vez- resultado inicial y final de un diálogo reflexivo y conversación permanente entre actores. Ello permite naturalmente al otro polo del “control social”, que los beneficiarios ejerzan democráticamente las prerrogativas de seguimiento y control actualizado de todos los procesos que al interior de esta red de significantes puedan producirse. De manera gráfica, podemos decir que al interior del “universo de políticas públicas” que de acuerdo a las líneas de fuerza que entre estos dos polos virtuales de interoperabilidad y control social, interactuen de manera dinámica al menos siete componentes modulares, que representan de manera práctica en el plano nacional, las distintas manifestaciones institucionales de las políticas gubernamentales en el tiempo y que constituyen el campo de expresión histórica y social que la Interoperabilidad y el Control Social permiten resignificar.
2. Sin duda, siendo la realidad de las personas en el territorio, el constituyente esencial de nuestros objetivos, es conveniente identificar en primer lugar la importancia de los Planes Familiares, quienes se constituirán en el núcleo activo que permitirá el desarrollo y evolución del programa, así como la esencia de las relaciones que habrán de establecer los demás componentes de la red. Por otra parte, la constitución de los Planes Familiares permitirá la cuantificación necesaria a las previsiones conducentes al monitoreo y seguimiento de los programas. Los planes familiares se establecerán de acuerdo a un eficiente e innovador modelo participativo trifásico concebido, que contempla: a) línea base familiar, b) línea base territorial, y c) oferta programática. La información requerida para constituir estos tres elementos de los cuales se componen los planes familiares, se obtiene a partir de la labor de captura precisa de data que permiten las fichas de terrenos, labor realizada en terreno por los co-gestores.
3. A partir de esta base “centrada” en las dinámicas sociales de las familias en sus contextos territoriales -que constituye como hemos dicho el origen y el fin de nuestros desarrollos-, se constituirá un segundo nivel operativo que con propiedad llamamos “demanda”. Sin embargo la utilización aquí de este concepto requiere una precisión, por cuanto no nos remite a la simple concepción tradicional que la establece como “expresión y conciencia de necesidades”, sino como resultado concreto de la experiencia en un nuevo desarrollo conceptual, que incorpora la oferta y la gobernabilidad. La adecuada comprensión de este segundo nivel, tanto por sus alcances teóricos como político-operativos, resulta de la máxima importancia por cuanto recoge precisamente, elementos sustantivos identificables de nuestra experiencia en anteriores modelos similares de protección social, particularmente en el caso de Chile. En efecto, generalmente, la demanda se concibe como un elemento basal estático separado -y podríamos decir autónomo-, de la interrelación dinámica y en permanente cambio que implica su articulación con la oferta disponible, así como con los mecanismos institucionales que la llevan a cabo. Nuestra propuesta por el contrario, permite concebir la demanda como la acción momentánea y funcionalmente detenida en el tiempo, de un proceso dinámico que ya ha sido modificado por anteriores intervenciones de los entes estatales y las formas y mecanismos a través de los cuales se expresan las formas concretas en que se ha logrado beneficiar a la población objetivo (oferta) y de la cual obtenemos ahora el estado actualizado de sus necesidades, expresadas a través de los canales adecuados dispuestos para ello (gobernabilidad).
4. Por otra parte, lo central de las actividades de monitoreo y seguimiento, (concebido como otro nodo de esta red de componentes que describimos) se produce en las dos interfaces generadas antes y después de la plena constitución de la demanda, de acuerdo a los criterios con que la hemos descrito: cuando la operación de la plataforma permite establecer en cada caso el estado de avance de los logros básicos y planes familiares para articularse consistentemente en una demanda, y cuando el procesamiento de la síntesis de oferta y gobernabilidad se desplaza hacía el siguiente nodo, permitiendo el sentimiento de los logros básicos a través de la interoperabilidad. Señalemos que en este punto, la interoperabilidad implica la utilización de la data contenida en el RUAF como base, aunque sobre éste volvamos más adelante.
5. La migración de los datos de la demanda, permite la articulación coordinada, orgánica interoperable y central de las trece instituciones que el gobierno ha dispuesto convocar para constituir la red institucional del Sistema de Protección Social Juntos. Este núcleo central articulador de las tareas de cohesión social, y gobernanza democrática, que podríamos llamar el corazón y la cabeza de la red de protección social, es el nodo que identificamos como aquel de Gestión de la Red. Aún cuando la representación gráfica, por sus condiciones inherentes, no sea estrictamente apropiada para dar cuenta del flujo constante y en todas direcciones, que permite el intercambio de información entre los nodos componentes de la red[1], señalemos que al situarlo como centro neurálgico de éste proceso complejo, que conjuga las condiciones particulares de una demanda caracterizada territorialmente, con las condiciones de centralidad que requiere la adecuada toma de decisiones en un sistema jerárquico como el gobierno, en el desarrollo explicativo que hemos hecho hasta aquí, es evidente que falta el componente financiero o presupuestario, que en todos los casos, de acuerdo a las disponibilidades, permitirá la adecuada respuesta a las demandas, a través de la constitución de una oferta que, como hemos dicho, incorpore en si misma las condiciones de la gobernabilidad.
6. Para ello, la información proveniente de dos nuevos nódulos superpuestos y de flujo unidireccional, serán en síntesis recogidos, procesados y distribuidos por el conjunto de procesos de interoperabilidad institucional que constituye la Gestión de la Red. En primer lugar el presupuesto anual de la nación (básica y operacionalmente constituido por el sistema SPI y por “otros”) y en segundo lugar, el presupuesto a la vez autónomo y parte constitucional del anterior, que constituye el presupuesto de la Red de Protección Social Juntos, cuyo procesamiento analítico deriva directamente como insumo decisional fundamental en el nodo de gestión de la red.
7. Esta síntesis explicativa del proceso dinámico de la segunda fase de la Red de Protección Social Juntos (J2f) que hemos concebido para complementar la comprensión de los gráficos operacionales que la constituye, sería por cierto incompleta, si no consideraremos mencionar en ella, la importante participación que jugarán en su desarrollo operacional, los componentes de los programas sociales y de otras fuentes vinculadas a la Red Juntos que ya se han incorporado y se irán incorporando más adelante al Registro Único de Asistencia Familiar (RUAF), para permitir el seguimiento administrativo de los logros básicos familiares. Esta breve mención, cumple con el propósito de recordar la importancia de ésta iniciativa dentro del diseño que presentamos, aún cuando tanto por su naturaleza como por el tratamiento específico que su desarrollo institucional requiere, este componente tendrá características específicas que lo diferencian del resto de los nodos relacionales considerados y que requiere, en consecuencia, de un tratamiento particular adecuado a los importantes objetivos con que su diseño fue inscrito en la historia reciente del proceso de modernización del estado colombiano.
[1] De acuerdo a los principios de Interoperabilidad Dialógica (ID), que constituyen la esencia de las características innovadoras del modelo Plataforma Tecnológica y Fortalecimiento de Redes que proponemos.